Estaba siendo un día de locos, tras la reunión con el Presidente de la compañía para tratar mi ascenso había ido a la peluquería a medio día a arreglarme para el cóctel que celebrábamos en casa por el 40 cumpleaños de Andrés, mi marido. La niñera había cogido ese mismo día la baja y tuve que ir corriendo a recoger a mis hijos a la guardería con la mala suerte de que se me estropeó el coche en medio de la M-40, tuve que llamar a una grúa para que me asistiera y a Andrés para que le dijera a su chófer que viniera a recogernos.
10 minutos después apareció la grúa conduciéndola él, Jorge, el guapo, listo, atlético, chulo, simpático, alto e inquieto de la clase. Ése que nos gustaba a todas en el colegio, incluso a las profesoras, ese de sonrisa picarona, de blancos dientes y unos abdominales que parecían tabletas de chocolate, con ojos verdes, pelo largo moreno y una cara bellísima a la que nunca se le podía decir no. Ése que un día me invitó al cine, a mi!, una larguirucha esmirriada, con gafas, granos, aparato en los dientes y ropa heredada de su hermana 5 años mayor que yo, accedí, por supuesto, mi sueño se estaba cumpliendo SALIR CON JORGE, q se fijara en mi, q me dijera Te QUIEROOOO. Ese día me arreglé como nunca, me puse la ropa de los domingos, me quité el aparato y me ricé el pelo con una plancha, mi hermana me dejó brillo de labios y mis padres me dieron 1000 pesetas de propina. A las 18.30 en la puerta del Cine Palafox, en la calle Luchana, me acuerdo perfectamente íbamos a ver “Regreso al Futuro”. Llegué a las 18.10 a la parada Bilbao, no me importó, me gustaba llegar siempre con tiempo. Una hora más tarde todavía estaba esperando en la puerta y con ganas de llorar, él todavía no había llegado. A las 19.00 me volví a casa y me encerré en el cuarto y no quise salir del cuarto ni comer durante el todo el fin de semana. Cuando llegué el lunes al cole todos se rieron de mi y me pusieron el mote “Tontiesperona” hasta que terminamos COU, 3 años más tarde.
“Silvia”- me dijo- “Eres Silvia, venías conmigo al cole”
“Hmmm, sí, ibamos juntos al cole?, no te recuerdo…”
“Sí, sí, me acuerdo perfectamente de ti, bueno, aunque ahora estás mucho más guapa, estás preciosa”
“Gracias, el aparato de los dientes sirvió de algo, ups, te tengo que dejar, viene mi chofer a recogerme. Luego llamaré al taller para que me digan cuando puedo pasarme a recoger el coche. Me alegro de verte, me alegro mucho”
“Hasta otra”- me dijo con los ojos brillantes- “Yo también me alegro”
No le mentí, me había alegrado mucho de verle, por fin me sentí feliz y realizada JORGE SE HABÍA QUEDADO CALVO!!!
VAQUILLAS
Hace 9 años
